TERAPIA DE PAREJA

 

 

Un tratamiento de pareja suele ser necesario cuando aquello que hace uno de los miembros del vínculo está fuertemente influido por la respuesta del otro en una suerte de retroacción circular que  agudiza cada vez más un conflicto.

 

Es casi inevitable que la relación amorosa vaya perdiendo la fuerza inicial, pero esto no necesariamente debería gestar una comunicación disfuncional. Cuando esto ocurre, origina malestares en forma paulatina, casi inadvertida, conduciendo potencialmente a una crisis, en algunos casos a la manifestación sintomática de alguno de sus miembros.

 

 

Este malestar puede manifestarse de diferentes formas Ej.

 

• Ausencia de tiempo, espacios y proyectos en común. O por el contrario, excesiva dedicación al espacio de pareja en desmedro de proyectos individuales.

• Dificultades en el ámbito de la sexualidad.

• Infidelidad.

• Celos excesivos.

• Involucramiento de la familia de origen en el vínculo de la pareja.

• Desacuerdos en función a la planificación de la paternidad-maternidad

• Percepción de desplazamiento en un miembro de la pareja por la llegada de un nuevo integrante (por ej un hijo) a la familia.

• Nido vacío. Debilitamiento de la motivación para mantenerse juntos más allá de las funciones parentales.

• Relaciones de poder dentro del ámbito económico; laboral; profesional; afectivo; etc.

• Desconfirmación mutua; dificultades en las negociaciones maritales; rigidización de roles; etc.

• Violencia conyugal. Los problemas de pareja pueden afectar la salud de sus miembros, tanto en lo psicológico, como en lo físico. Si existen hijos, estos también pueden verse afectados.

• Crisis y distanciamiento afectivo.

• El comienzo de un proceso de separación: Acompañar a la pareja en este proceso facilitándoles la dilucidación de aspectos propios que potencian conflictivas en sus vínculos amorosos presentes y futuros.

 

 

 

La terapia de pareja permite identificar cómo los miembros de una pareja por acción u omisión, contribuyen al surgimiento y al mantenimiento de una problemática específica. Abre la posibilidad de vislumbrar en que punto de su historia se sostiene aquello que necesita y desea del otro. Abre un proceso exploratorio y comprensivo permitiendo acceder a recursos que renueven la relación a partir de estrategias singulares al vínculo.