
Lic. Angélica Córdova. M.N: 46.917
Psicóloga, Magíster en Psicoanálisis, e Investigadora UBACYT.
Especialista en Clínica de Adultos. Hospital José Tiburcio Borda.
TERAPIA FAMILIAR
De forma similar a una terapia de pareja, un tratamiento familiar suele ser necesario cuando los canales de comunicación se han obturado debilitándose el lazo que unía a sus integrantes, gestándose una problemática desbordante o la manifestación sintomática en uno alguno de los miembros. Sin embargo, a diferencia de una terapia de pareja, la obturación de los canales de comunicación se trabaja en función a otras temáticas.
La obturación de los canales de comunicación puede manifestarse por ej. en:
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Conflicto entre deseos individuales y mandatos familiares.
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Confusión entre: apoyo y control; protección y sobreprotección; necesidad de un espacio propio y aislamiento; necesidad, demanda y deseo; demanda y queja; límite y castigo; responsabilidad y obligación; miedo y respeto; aceptación y resignación; actuar proactivo y reactivo; acuerdo y sumisión; fortaleza y debilidad; etc.
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Dificultad del sistema familiar para reorganizarse frente a las crisis evolutivas (infancia; niñez; adolescencia; adultez; vejez) de uno de sus miembros. O bien, para reorganizarse frente a la superposición de crisis evolutivas entre sus miembros. Por Ej. La turbulencia emocional del adolescente puede potenciarse con la problemática de la edad media de los padres.
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Dificultad del sistema familiar para reorganizarse frente a una crisis accidental: Ej. el fallecimiento de un ser querido; enfermedades; fracaso económico; una separación traumática, mudanzas, pérdida de empleo, problemas con la ley, etc.
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Dificultad del sistema familiar para reorganizarse frente a la superposición de una crisis evolutiva y una crisis accidental.
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Dificultad en los límites; desmentidas; rigidización de roles; etc
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Influencia del entorno social.
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Violencia familiar.
TERAPIA NEOPARENTAL EN FERTILIZACIÓN ASISTIDA
La dimensión psicológica y emocional ocupa un lugar fundamental antes, durante y después de un proceso de fertilización asistida. En las parentalidades actuales, como las elecciones monoparentales, biparentales heterosexuales o igualitarias, que requieren asistencia en la fertilización, es posible delimitar efectos particulares en la psiquis, en el cuerpo y en la dinámica vincular cuando se atraviesan determinadas etapas del proceso, sobre todo cuando se utilizan técnicas de alta complejidad.
Durante un proceso de fertilización asistida suelen predominar sentimientos encontrados de esperanza y sufrimiento. La ansiedad y el incremento de expectativas fluctúan con la angustia o la desilusión cada vez que lo esperado falla. Expectativas que suelen estar condicionadas o potenciadas por la incidencia del entorno.
Es significativo el impacto subjetivo sobre el cuerpo, sobre la sexualidad, sobre la psiquis. El temor a la primera FIV, los cuidados extremos frente a la transferencia embrionaria, la ansiedad y las expectativas durante la beta espera; la frustración frente a la primera transferencia negativa, el dolor por un aborto espontaneo, la decisión respecto al destino de los embriones crio preservados, la responsabilidad subjetiva y legal frente al consentimiento informado, la eterna incertidumbre, la frialdad de algunos médicos, los efectos agotadores y confusos de la búsqueda de información en internet, etc, son factores que atraviesan y condicionan la estabilidad psicoemocional de cada miembro de la pareja. El límite subjetivo sobre cuando decir basta puede ser uno de los puntos más difíciles de reconocer y aceptar.
Reconocer la dimensión subjetiva presente en todo proceso de fertilización asistida, permitirá identificar, expresar y elaborar sentidos que atraviesan la búsqueda de un hijo. Sentidos que remiten a la historia de cada sujeto y que se anudan o desanudan con la historia propia que porta su pareja, subyaciendo a posibles obstáculos en dicho proceso.